Los más de 35 años de encierro de nuestro Oscar López Rivera han ubicado en un sitial más alto nuestros ejemplos y puntos de referencia de dignidad, firmeza y altura. Pero precisamente por ese número de años de encierro estamos tan pendientes a la ventana que queda, entre el presente hasta que juramente un nuevo presidente(a) de Estados Unidos a principios de enero de 2016, para que nuestro Oscar López Rivera sea excarcelado por orden de Barack Obama.
En ese contexto es importante repasar todo lo logrado y su uso como herramienta. Esto incluye el amplio consenso en Puerto Rico a favor de su excarcelación al igual que el apoyo en Estados Unidos y a nivel internacional donde el apoyo incluye el de varios Jefes de Estado y Premios Nobel, los miembros puertorriqueños del Congreso de Estados Unidos liderados por Luis Gutiérrez y toda una gama de organizaciones mundiales no gubernamentales, al igual que Naciones Unidas y el Movimiento de Países No Alineados.
El año 2016 ha sido particularmente intenso. En el marco de las vistas sobre Puerto Rico del Comité de Descolonización de Naciones Unidas hubo declaraciones o actividades, o ambas, a favor de la excarcelación en 35 países –un acto/un país por cada año de cárcel de Oscar. Por otro lado, en su resolución sobre Puerto Rico de este año el Comité de Descolonización pidió al presidente de Estados Unidos la excarcelación “sin más demora”. Entre ese y otros planteamientos sobre Oscar en la resolución, el Comité acordó gestiones que ya deben estar encaminándose para que una delegación de los países miembros del mismo viaje a Terre Haute a visitar a Oscar.
La Comisión Permanente de Partidos Políticos de América Latina de la Internacional Socialista, reunida en República Dominicana, adoptó una declaración en que entre otros planteamientos apoyó la excarcelación. Luego, la XVII Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno del Movimiento de Países No Alineados reunida en Isla Margarita, Venezuela, instó a la excarcelación de Oscar López también sin más demora.
A principios de octubre el Parque Lafayette frente a la Casa Blanca en Washington, fue el escenario de un sólido acto nacional en “las entrañas del monstruo”. En el mismo, participantes de decenas de ciudades, de diversos sectores políticos, sociales y culturales, oficiales electos de Estados Unidos, y participantes igualmente representativos que viajaron desde Puerto Rico, reclamaron la libertad inmediata de Oscar.
Todo ello además de las 35 Mujeres Por Oscar en el puente Dos Hermanos, los últimos domingos de mes durante 3 años, su campaña de cartas a Michelle Obama, la campaña de cartas a prominentes afroamericanos para que reclamen al Presidente Obama que realiza la organización de los “diasporicans”, las múltiples gestiones del Comité de Derechos Humanos, de las organizaciones de la sociedad civil puertorriqueña incluyendo, pero no limitadas a, religiosos y sindicalistas, y muchos otros esfuerzos.
El caso de Oscar en Naciones Unidas
Es reconocido por los organismos internacionales que las injusticias como son el colonialismo, el racismo, la discriminación, la pobreza, la exclusión y otras situaciones, amenazan la paz pues pueden desembocar en situaciones de violencia como ha pasado en múltiples casos. Y ¿qué más han conllevado estas situaciones? sino el encarcelamiento. Esta realidad conlleva el apoyo a la excarcelación de prisioneros políticos en resoluciones de Naciones Unidas incluyendo las resoluciones sobre Puerto Rico del Comité Especial de Descolonización.
El apoyo a la excarcelación de Oscar López por el Comité de Descolonización de Naciones Unidas ha conllevado un proceso en que cada vez el reclamo de ese organismo ha sido más fuerte.
Desde que, en referencia a los Nacionalistas, “instó al gobierno de Estados Unidos a excarcelar incondicionalmente los prisioneros políticos puertorriqueños encarcelados…” el Comité de Descolonización ha seguido esa trayectoria.
En 1999 se refiere a la generación de presos políticos de principios de la década de los años 80 tomando “nota [d]el consenso entre el pueblo de Puerto Rico a favor de la excarcelación de los presos políticos…” y pide su excarcelación. Esa es la generación de prisioneros políticos boricuas que incluye a Oscar López.
Luego las resoluciones del Comité Especial evolucionaron continuamente en el tema añadiendo elementos. La del año 2000 acoge la excarcelación de 11 prisioneros puertorriqueños. Desde 2001 se expresó en términos parecidos hasta 2003 cuando menciona a “los cuatro prisioneros políticos puertorriqueños” que permanecían. A pesar de nuestro deseo y que ya no eran tantos, esa resolución no mencionó por nombre a esos prisioneros políticos, que incluían a Oscar. Por decisiones de ella no era prudente la mención de la mujer del grupo. Eso hizo que los diplomáticos representantes de los países miembros del Comité desistieran de mencionar por nombre a los demás que eran Norberto González Claudio, Carlos Alberto Torres y Oscar.
En el 2006 la resolución añade la mención de los más de 25 años cumplidos y a partir de ahí, inicia un conteo anual de los años de encierro de nuestros presos políticos y luego que los demás fueron excarcelados, de los años de encierro de Oscar López específicamente.
La resolución de 2011 fue importante porque por primera vez menciona por nombre a Oscar y desde ese año lo menciona por nombre (al igual que ese año y en adelante mencionó a sus compañeros Avelino y Norberto González Claudio hasta su excarcelación.) Carlos Alberto ya había sido excarcelado y el caso de la compañera resuelto.
En el 2013, es la primera vez que la resolución del Comité de Descolonización describe el reclamo de excarcelación de Oscar como uno de carácter humanitario. En el 2014 se sigue fortaleciendo el lenguaje, en el 2015 la resolución comienza a mencionar la edad de Oscar, ahora 73 años, y en 2016 la resolución del Comité Especial pide al presidente de EEUU la excarcelación “sin más demora”.
Además, desde mucho antes que se hiciera generalmente, en Naciones Unidas y otros foros internacionales, planteamos que el caso de nuestro Oscar López Rivera es comparable con el del querido Nelson Mandela.
Ahora más que nunca es tarea nuestra seguir convirtiendo los logros en herramientas políticas de nuestro esfuerzo concentrado para por fin traer a casa a Oscar López Rivera.
Fuente: Claridad
|