Washington - A solo pasos de la Casa Blanca, Clarisa López Ramos, única hija de Oscar López Rivera, advirtió ayer que elude considerar que Barack Obama pueda dejar la presidencia de EE.UU. sin otorgarle clemencia a su padre, prisionero político que lleva 35 años y cuatro meses en cárceles estadounidenses.
“Sé que es una posibilidad pero no quiero pensar en eso”, dijo López Ramos, quien conoció a su padre cuando fue encarcelado y estuvo sin verlo durante los 12 años en que fue mantenido en confinamiento solitario.
Desde hace cinco años, López Rivera, quien cumplirá 74 años en enero, tiene pendiente ante el gobierno del presidente Obama una solicitud de clemencia, una vez sus demás compañeros del grupo clandestino independentista Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) quedaron en libertad.
López Ramos fue la principal oradora de un evento en el parque Lafayatte, justo al cruzar la calle en el lado sur de la Casa Blanca, convocado por una coalición encabezada por la exsecretaria de la Gobernación Ingrid Vila Biaggi para recordarle al presidente Obama que tiene pendiente la solicitud de López Rivera.
El presidente Obama estaba ayer en Chicago al momento de la manifestación.
Como López Ramos, su hija Karina, quien ahora tiene 25 años, solo ha podido conocer a su abuelo a través de las visitas a la cárcel, últimamente en Terre Haute (Indiana).
“Nuestro mayor deseo es que mi papá, a sus 73 años de edad, pueda compartir fuera de la cárcel con nosotras y su familia, que podamos caminar las calles de Puerto Rico de la mano”, dijo López Ramos, quien reconoce que la ventana real para la liberación de su padre, empieza a partir de las elecciones del 8 de noviembre. Entonces, al presidente Obama le quedarán 72 días en la Casa Blanca.
López Rivera fue arrestado en mayo de 1981 y convicto principalmente de sedición por sus vínculos con las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
Por no haber incluido a dos sus colegas, López Rivera rechazó en 1999 una oferta de clemencia del presidente Bill Clinton, quien indultó a una docena de prisioneros políticos de las FALN y Los Macheteros.
Pero, una vez liberados Haydee Beltrán y Carlos Alberto Torres, López Rivera solicitó clemencia en septiembre de 2011 al presidente Obama. Si no hubiese sido por ser solidario con sus colegas, el sistema federal que le mantiene encarcelado le hubiese liberado en 2009.
La campaña a favor de la excarcelación de López Rivera tiene el respaldo de premios Nobel de la Paz como el reverendo Desmont Tutu, del expresidente de Uruguay José ‘Pepe’ Mujica, del gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, del comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, todos los candidatos a gobernador y comisionado residente, del liderato legislativo, alcaldes, líderes religiosos, cívicos y sindicales.
José López Rivera, profesor universitario, líder comunitario en Chicago y hermano del prisionero político, también habló desde la tarima - junto a dos de sus hermanas-, y confió en que “estemos en la etapa final de esta lucha”.
Cerca de 1,000 personas -que llegaron mayormente desde Puerto Rico y en autobuses procedentes de Nueva York, Massachusetts, Pensilvania, Connecticut e Illinois, entre otros estados-, participaron de la manifestación.
“Es nuestro Nelson Mandela”, indicó el congresista demócrata boricua Luis Gutiérrez (Illinois), uno de los oradores especiales del evento, junto a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, la senadora y candidata a gobernadora por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago, y la presidenta del Concejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark Viverito. También hubo mensajes de parte del senador independiente Bernie Sanders (Vermont) y el profesor Cornel West.
"Me da rabia, coraje que le tengan en prisión cuando su alma es tan libre", dijo la alcaldesa Cruz.
La senadora Santiago sostuvo que la petición de Puerto Rico es para que EE.UU. honre "los principios sobre los que se construyó esta nación": libertad y la búsqueda de la felicidad.
“Hay que mantener la presión hacia el presidente Obama”, dijo la concejal Mark Viverito.
Otro que envió un mensaje de solidaridad fue el candidato a gobernador por el Partido Popular Democrático (PPD), David Bernier. Sus expresiones fueron leídas por la presentadora del evento, la actriz Johanna Rosaly.
“Los ideales de vida, libertad y la búsqueda de felicidad no pueden ser meras palabras en monumentos alrededor de esta ciudad y en libros de historia”, indicó Bernier.
Estados Unidos "mantiene en la cárcel un héroe mucho más valiente que (George) Washington", dijo el artista René Pérez, el residente de Calle 13, otro de los oradores. Los cantantes Danny Rivera, Chabela, Roy Brown y Tito Auger intercalaron interpretaciones entre los mensajes del día.
Cerca de la tarima observó el evento el expreso nacionalista Heriberto Marín Torres. En San Juan, el también expreso nacionalista Rafael Cancel Miranda vio la transmisión, por internet, desde el Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico.
Entre los presentes en la manifestación de Washington estuvieron además el expresidente del Colegio de Abogados y responsable del Comité de Derechos Humanos de Puerto Rico, Eduardo Villanueva; el vicepresidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU) Roberto Pagán, entre otros líderes sindicales; la abogada de López Rivera, Jan Susler; y los senadores estatales neoyorquinos José Rivera y Adriano Espaillat.
El senador Espailllat, quien se encamina a ser el primer dominicano miembro del Congreso de EE.UU., habló junto al congresista Gutiérrez. “Estoy aquí en calidad de caribeño y antillano”, indicó Espaillat, quien ganó la primaria demócrata en torno al escaño que ahora ocupa el congresista demócrata Charles Rangel.
Marín Torres, por su parte, lamentó que el presidente Obama "no haya tenido el valor y el coraje de poner en libertad a Oscar López Rivera".
Fuente: El Nuevo Día |