La tenista boricua acaba de aumentar su leyenda en el deporte borincano al ganar la final del tenis en los Juegos Olímpicos.

Río de Janeiro, Brasil.- En nuestra historia hemos tenido campeones mundiales del boxeo, jugadores campeones en ligas profesionales como la NBA y Grandes Ligas, así como múltiples medallistas dorados a nivel de América y el Caribe, pero faltaba un galardón: un campeón olímpico.

Acabó la espera. Puerto Rico ya tiene una medallista de oro y su nombre es Mónica Puig.

La sensación del tenis en los Juegos Olímpicos Río 2016, Mónica Puig, completó hoy su increíble ruta a la cima del tenis olímpico al imponerse a la alemana y segunda clasificada del mundo, Angelique Kerber, 6-4, 4-6 y 6-1 para conquistar la primera medalla de oro en la historia del olimpismo boricua.

En una exhibición de fortaleza mental y un juego consistente, la tenista nacional cerró una actuación para la historia. Una actuación que nadie olvidará jamás.

El primer set ya daba un aviso de que Puig llegaba al partido lista para darlo todo. En el segundo set cayó su concentración, pero en el tercero, pasó la aplanadora y su grito de triunfo se oyó en el cielo y retumbó en todo Puerto Rico.

Puig, de hecho, ya había hecho sus labores desde cuartos de final cuando se convirtió en la atleta con mejor desempeño en unas Olimpiadas al conseguir el pase a semifinal tras superar a la también alemana, Laura Siegemund, 6-1, 6-1. De esa forma, Puig, de 22 años, superó las dos quintas posiciones que habían logrado en el taekwondo, Ineabelle Díaz y Asunción Ocasio, respectivamente en Atenas 2004 y Pekín 2008.

Pero, la tenista sanjuanera iba por más, mucho más. En semifinal aseguró la primera medalla en la historia para una mujer de una delegación de Puerto Rico al vencer a la checa Petra Kvitova por 6-4, 1-6 y 6-3.

Una vez más, ese logro no sería suficiente. Puig tenía aspiraciones mayores como subirse a los más alto del podio. Y, con un amplio respaldo en las gradas de la cancha central del Centro de Tenis de Río, por fanáticos y delegados del equipo boricua, Puig tuvo la cría para vencer a la segunda clasificada del mundo y rozar el cielo.

Fuente: El Nuevo Día