Con la llegada del químico Naled a la isla se levantan serias dudas sobre las razones que llevaron al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) a recomendar la fumigación aérea para combatir el zika.
La comunidad científica y médica de la isla ha reiterado oposición presentado datos de investigaciones que establecen la poca efectividad del químico para exterminar el Aedes Aegypti, vector del zika, chikungunya y dengue, pero aún así la agencia federal envió el plaguicida a la isla sin que el gobernador Alejandro García Padilla diera el visto bueno para la aspersión. Al menos así, lo aseguró el primer mandatario en declaraciones escritas difundidas anoche.
En entrevista previa con Metro, el doctor Luis Bonilla, del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), de la Universidad de Puerto Rico, apuntó que “esta insistencia lleva a uno a pensar que Estados Unidos aparentemente quiere ensayar ciertas estrategias aquí. Aquí ya se fumigó con Naled en 1987, pero no veo que sea una estrategia, desde la perspectiva de salud pública, adecuada”.
Pero, esta no seria la primera vez que Estados Unidos pone a prueba algún método o medicamento en el país.
A continuación recordamos algunos de los experimentos que se han llevado a cabo en la isla.
En 1930 el científico y oncólogo estadounidense, Cornelius P. Rhoads, llegó a Puerto Rico a estudiar la anemia.
Según documentos su investigación fue sobre el cáncer y lo que hizo fue inyectar a los anémicos células cancerosas y aplicarles radiación para estudiar sus efectos. De hecho, el Oncology Times recogió extractos de lo que alegaron fue una carta escrita por el galeno en la que confesó la muerte de ocho pacientes como consecuencia de la investigación.
Otro caso fue en la década de los 60. El tan mencionado agente naranja que fue usado en la guerra de Vietnam fue probado en Puerto Rico. Los químicos fueron lanzados en diferentes bosques de la isla. Este químico se asocia al desarrollo de diabetes, cáncer en la piel, en las vías respiratorias y en la próstata, entre otras condiciones.
Por otra parte, pocos conocen que las mujeres puertorriqueñas fueron de las primeras en someterse a métodos anticonceptivos.
Fue la fue la compañía Searle la que llegó a la isla a probar las primeras pastillas anticonceptivas. Los experimentos iniciaron en 1956 en Puerto Rico, y el año siguiente en Haití y en Ciudad de México.
También se ha experimentado con el clima, fue en la década de los 90 que se desarrolló el Proyecto Coquí en el zona de Tortuguero en Vega Baja. Esto fue subvencionado por la Marina de Estados Unidos.
La idea de la investigación fue modificar artificialmente las condiciones atmosféricas para estudiar el comportamiento de la ionósfera en circunstancias reales.
Por último y uno de los caso más mencionados es la práctica de la Marina en la isla municipio Vieques. Allí se probaron diversas armas biológicas y químicas desconocidas , cuyos efectos aún sufre su población, tanto así, que Vieques tiene 25 % más de incidencia de cáncer que el resto de la isla.
Aunque la Marina se marchó en 2003, aún Vieques no logra borrar la huella ecológica.
Fuente: metro.pr |