Sube la efervescencia del tema del estatus de Puerto Rico. La definición del problema centenario ha sido empujada por las tres ramas del gobierno de Estados Unidos. Ya es evidente la posición colonial estadounidense hacia Puerto Rico.

Ante la coyuntura actual, las distintas vertientes ideológicas han asumido sus posiciones. El sector independentista ha levantado la voz de denuncia, generando diversas manifestaciones las cuales han incluido desobediencia civil, marchas  y educación continua sobre la independencia como solución. Próximamente, en otro acto de desprendimiento de las organizaciones independentistas, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) y el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) convocarán una actividad donde plantearán al país cómo será Puerto Rico independiente.

Mientras se coordina la convocatoria independentista, el Partido Popular Democrático sigue su intención de confundir al país, con el objetivo de bailar “La Guaracha del Macho Camacho”, para así ganar las elecciones y seguir saqueando el país con los contratos para sus amigos.  El viernes, después que los ideólogos del dinero y estatus quo dieron cátedra demagógica, la Junta de Gobierno de dicho partido, adoptó trabajar un plebiscito estadidad si o no.  A tan hipócrita propuesta, añaden adoptar adelantar la “soberanía”  pero reteniendo la ciudadanía estadounidense como muestra innegable del colonialismo psicológico que arrastra ese partido.

En primera instancia, es importante recordar al PPD, que el gobierno de Estados Unidos por vía de la Oficina de Contabilidad del Presidente, ya se expresó sobre la Estadidad. El 4 de marzo 2014, se publicó un informe donde el gobierno federal estableció el costo que representaría la estadidad para Puerto Rico. Dicho informe se conoce como Informe GAO.

El Informe GAO sentenció que de Puerto Rico ser un estado, 11 de los 29 programas federales que recibe la Isla se verían afectados. El primer programa, que representaría mayores gastos para Estados Unidos, sería el Medicaid.  El gasto del programa Medicaid en Puerto Rico en el año 2010 -2011 fue de $685 millones. Si en ese entonces Puerto Rico hubiera sido un estado, el gasto federal estimado habría fluctuado entre $1.100 millones y $2.100 millones. Este estimado no toma en cuenta el costo de los servicios de hogares de ancianos y de servicios de atención de salud en el hogar ya que no existe la contabilidad de los mismos. Lo que es un dato, es que de incluirse ese gasto subiría aun más el total de inversión del Medicaid en la Isla. De igual forma sucedería con el Programa de Asistencia Nutricional (PAN), donde aumentaría de $1,900 millones a $2,600 millones. Igual suerte correría Seguro de Ingreso Suplementario, el cual representaría un aumento de $24 millones, a $1,800 millones.

Estos son solo algunos gastos en los cuales el gobierno de Estados Unidos tendría que recurrir si Puerto Rico fuera un estado. Por su parte, el incremento en gastos no solo sería para el fisco de Estados Unidos, sino que el bolsillo del puertorriqueño común se afectaría grandemente. Para el 2010 – 2011, Puerto Rico destinó alrededor de $20 millones por concepto de contribuciones a Estados Unidos. De  Puerto Rico ser estado, aumentarían las contribuciones a $2,300 millones. Este golpe lo acompañaría un alza de alrededor de $4,000 millones en contribuciones de las corporaciones al gobierno de Estados Unidos, pagos que eventualmente se traducirán en mayor costo en las ventas y servicios que ofrecen las compañías multinacionales. Compañías que no han escatimado en sacar del bolsillo de los consumidores antes de asumir el costo de sus millonarias ganancias.  

Muchos se han dado cuenta que del PPD se puede esperar lo que sea. No obstante, a este partido no se le puede permitir que siga su faena de engaño. Basta de miedo, basta de engaños. El mundo cuenta con 197 países independientes reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). A su vez, solo quedan 13 colonias en el mundo. De esas, lamentablemente, encabezamos el listado siendo el país con mayor población sometida al colonialismo. El miedo no puede primar, la bachata de hablar de soberanía con ciudadanía americana es pura bobada. El mundo se ha achicado con la globalización. Es imposible ser independientes en la soledad como ha tratado de hacer ver el PPD.

La independencia es una herramienta para poder negociar con distintos países de igual a igual. Es evidente que la relación entre Puerto Rico y Estados Unidos será una muy estrecha. Hay que recordar que la mitad de nuestra población reside en dicho país, lo que hará que ese tema sea uno donde se harán necesarios convenios de convivencia. A su vez, el proceso hacia la independencia tendrá que estar atado a una negociación que será una lucha y es el derecho al pago millonario que tendrá que hacer el gobierno de Estados Unidos por más de un siglo de colonialismo, por haber destrozados nuestra economía en favor de ellos y por haber usados nuestras tierras para sus caprichosos sueños guerreristas.

La independencia no es un acto nostálgico que busca que nuestra bandera ondee sola en las astas de las oficinas de gobierno, es una herramienta para lograr conseguir mejor calidad de vida. Si esa mejor calidad de vida incluye negociaciones con el país que nos colonizó, así se hará. Pero se hará en un clima de iguales, en clima de respeto y dignidad.