(San Juan, 23 de junio 2013).- El cierre del Banco de Sangre de la Cruz Roja en Puerto Rico constituye una falta de respeto a Puerto Rico, a los 200 trabajadores que laboran en los centros de donación y al propio director de esa dependencia en Puerto Rico, Antonio de Vera, según expresó el Dr. Héctor L. Pesquera, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH).

“Primero trasladaron la operación del procesamiento de la sangre donada en Puerto Rico para Filadelfia. Y ahora no quieren la sangre puertorriqueña. En una clara conducta del colonizador, sin notificarle al Gobernador y menos aún al Director Ejecutivo del Banco de Sangre de la Cruz Roja en Puerto Rico, informan que a partir de octubre no quieren más sangre de Puerto Rico”, señalo el Dr. Pesquera.

''Quieren repetir con los abastos de sangre lo mismo que nos hicieron con la agricultura: destruirla para hacernos dependientes de sus productos excedentes.  Ahora mismo somos autosuficientes en cuanto a necesidad de donantes de sangre. La falta de las 80,000 pintas de sangre que se recogen en el Banco de Sangre de la Cruz Roja en Puerto Rico y que se procesan en Filadelfia, si no se toman medidas urgentes, va a causar una grave escasez de ese tejido. Los ejecutivos de la Cruz Roja en Washington pretenden suplir la escasez con los excedentes que actualmente hay en Estados Unidos. Traerán sangre gringa en aviones para vendérnosla y suplir la crisis de escasez causada por ellos mismos”, vaticinó Pesquera.

Además indicó el copresidente hostosiano que ''la importación de sangre de Estados Unidos nos condenaría a otra dependencia más, que atentaría contra nuestra seguridad de abastos en casos de catástrofes naturales.

“Sr. Gobernador: usted tiene ante sí la oportunidad de comenzar a romper con la dependencia que nos está ahogando y de paso salvar el sustento de 200 trabajadores puertorriqueños. Actúe de inmediato. Puerto Rico cuenta con el talento, la tecnología y el conocimiento para hacerlo en casa. No le dé paso a otra dependencia más, como ocurrió con la agricultura, la avicultura y tantas otras actividades y productos que se importan de Estados Unidos, pudiéndose fabricar y elaborar en Puerto Rico. Instamos al Gobierno a adquirir el equipo tecnológico necesario para procesar la sangre donada por puertorriqueños y a no depender de los abastos y precios que le pueda imponer la Cruz Roja Americana”, exhortó Pesquera.