La Zona de San Juan del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) auspició la conferencia ''La seguridad pública en Puerto Rico'' en su Viernes Hostosiano del 4 de mayo, con la participación de Rosabell Bayrón, copresidenta del Movimiento Unión Soberanista (MUS) y Héctor Pesquera Sevillano, copresidente del MINH.
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Como preámbulo, Bayrón expuso las razones que llevaron a la creación del MUS, entre ellas, la falta de confianza del pueblo en los partidos tradicionales y la urgencia de obtener la soberanía y descolonización de Puerto Rico.
Indicó que el MUS es una respuesta a las necesidades del país, «la desazón, el coraje, el desgaste de los líderes políticos, las desiluciones de la gente con el comportamiento de los gobiernos, que ha creado una apatía, un rechazo a todo lo que se llame partido político o política».
«Es una situación peligrosa», señaló. La apatía de los ciudadanos «fomenta gobiernos ineficientes, gobiernos corruptos e insensibles. Tenemos que restaurarle la fe al puertorriqueño en el valor de nuestro país».
En su programa político, «el MUS tiene el compromiso de formar y mantener un gobierno honesto», dijo la copresidenta del MUS. «La honestidad es uno de los valores que más ha perdido la clase política. Nosotros tenemos que ofrecer una alternativa distinta a base de la seriedad de las personas que estamos en el MUS y de la manera en que nos presentamos al país, que en la visión que tenga el ciudadano del MUS, reconozca que somos diferentes».
Uno de los pilares en que se basa el MUS es la soberanía, señaló. «Para resolver los problemas del país tenemos que hacerlos desde las soluciones que nosotros mismos diseñemos para nuestras circunstancias».
Sobre el estatus adujo que los partidos políticos lo han utilizado para dividirnos en «tribus y segmentos y la realidad es que no hay ninguna voluntad política de adelantar con seriedad la causa del estatus que esos partidos defienden. Nosotros le decimos a la gente que el problema del estatus lo tenemos que resolver buscando opciones descolonizadoras y a través de la asamblea constitucional de estatus».
En cuanto al tema de la seguridad dijo que al igual que el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, el MUS parte de la realidad de que «a este país hay que construirlo completo, porque aquí no ha quedado institución en pie. Un país que no tiene confianza en su sistema judicial es una provocación a que la gente resuelva las controversias por sí mismo».
La debacle en el sistema de seguridad, que son las distintas organizaciones gubernamentales «llamadas a trabajar con la criminalidad, la violencia, con el narcotráfico, están en la parte más baja de la confianza del pueblo», subrayó.
El MUS ve la seguridad «no como el enfoque tradicional de persecución de los delincuentes, del número de policías, de las sentencias altas, esa visión nosotros la cambiamos totalmente porque la respuesta tradicional no ha funcionado. Lo vemos en términos de democratizar la política pública para enfrentar el problema de la criminalidad. Democratizar implica abandonar la estrategia adoptada hasta el presente donde se refleja la ausencia de participación de otros autores sociales en las estrategias para enfrentar la problemática en cuestión. Implica terminar con el desgobierno, con la improvisación y también con la excesiva policialización, desarrollando una auténtica política de Estado que considere los problemas en una visión integrada y respetuoso de los valores democráticos».
Bayrón indicó que el MUS se propone trabajar con cuatro planes nacionales: Un plan nacional de salud mental; un plan nacional de drogas con un enfoque salubrista hacia el consumo de drogas; un plan nacional para la atención y prevención de la violencia machista y de género y por último, un plan nacional de prevención de la violencia desde el sistema educativo para formar al ciudadano desde su niñez.
Por su parte, el doctor Héctor Pesquera Sevillano expuso que el problema de la seguridad pública tiene que abordarse desde un punto de vista holístico, donde se vea el todo y no de manera segmentada, «contrario al actual enfoque policiaco que ha demostrado ser un estrepitoso fracaso».
En su ponencia, abundó sobre el sistema de educación deficiente, el desempleo y la desigualdad social y la problemática del narcotráfico y la drogadicción. Señaló que «estos tres elementos constituyen todo lo necesario para que florezcan la criminalidad y la violencia».
«En el sistema de educación hay una ausencia absoluta de un proyecto de país», señaló. «Qué es lo que se espera como resultado del proceso académico; qué tipo de ser humano, que tipo de ciudadano es el que queremos y con qué lealtades y con qué compromisos queremos que sea el resultado de ese proceso educativo».
Pesquera expresó que «en nuestro sistema hay un total desarraigo de la historia nacional y del sentido de pertenencia de nuestro país. Se fundamenta el sistema educativo en la competencia entre estudiantes, entre estudiantes y maestros, entre maestros y los padres de los estudiantes y no en la colaboración. La competencia lo que trae es el individualismo; yo voy a esconder donde sé que hay conocimiento para que el otro no se entere y yo sacar mejor nota que aquél, en lugar de compartir ese proceso de aprendizaje».
Asimismo manifestó que el sistema educativo en Puerto Rico sufre de «la injerencia directa en el enfoque educativo» del gobierno de Estados Unidos, al alegar éstos, que «como ellos ponen dinero, tienen derecho a intervenir en qué es lo que se enseña y cómo y, qué parámetros se utilizan para medir el resultado del proceso educativo.»
Además indicó que nuestro país «se lleva el honor, entre comillas» de tener uno de los índices de deserción escolar más altos del mundo, con alrededor de un 40 %».
Otro tema importante argumentado por el líder del MINH lo fue la desigualdad social y el desempleo que contribuye, al igual que el problema de la deserción escolar, a la criminalidad en Puerto Rico. «El aumento en la brecha que constantemente se da entre ricos y pobres. El 5 % de la población de Puerto Rico tiene en sus manos el 40 % de las riquezas del país y esa desigualdad que se observa también en la segregación social, en el racismo, la misoginia, en la xenofobia y en la falta de acceso a la recreación, al arte, a la cultura, a los espectáculos, causa hostilidad en los sectores sociales y desvinculación de un proyecto de país».
Enfatizó en que el desempleo subió a 1.9 millones con el aumento de 86 mil personas que dejaron de buscar trabajo a enero de este año, porque entienden que no encontrarán empleo.
«El tercer factor que incide gravemente sobre la violencia, la criminalidad y la seguridad en las calles es el narcotráfico y la drogadicción», señaló el copresidente del MINH. «Hay una necesidad imperante de que ese problema reciba un enfoque salubrista. La violencia y la dependencia a las drogas son enfermedades sociales, mentales y físicas».
A renglón seguido arguyó sobre el «estrepitoso fracaso» de Estados Unidos en la vigilancia de las costas, aduanas, puertos y aeropuertos puertorriqueños y se preguntó si era intencional, pues una nación con suficientes recursos para dar por ejemplo con Hussein, «no sea capaz de controlar la entrada de drogas y de armas en una isla como la nuestra. Se hacen de la vista larga porque no les conviene que la juventud enfile los cañones hacia donde tiene que enfilarlos; quiere que se maten entre ellos. Es un acto de negligencia irresponsable lo que han hecho las agencias federales en cuanto a asignarle recursos, a esa función usurpada que nos correspondería y nos corresponde a nosotros».
Como propuesta, Pesquera argumentó que además de nosotros tener el control de todos los puertos «para de esa forma ser implacables contra el narcotraficante, tenemos que coincidir también en la medicación del adicto, como un enfoque salubrista, en la despenalización del usuario y con programas efectivos de rehabilitación. Al medicar al adicto y la despenalización, le estamos rompiendo el espinazo económico negocio del contrabando de drogas qaue mueve más dinero en nuestro país, que el presupuesto nacional».
El líder del MINH afirmó que la criminalidad, la desorganización social, la falta de solidaridad y el desarraigo patriótico que cosechamos hoy es resultado de varios siglos de explotación colonial, de dependencia real y sicológica, lo que nos ha causado una baja autoestima como pueblo.
«De lo que se trata es de sembrar hoy un nuevo modelo de educación donde se integre esa visión de país que tenemos que presentarle a nuestro pueblo en donde la competencia se eche a un lado y se sustituya por la colaboración, por un proyecto colectivo, por un proyecto económico que estimule el compromiso social de esos niños que luego van a ser los jóvenes y adultos que dirijan al país; por una lealtad a la patria puertorriqueña y a ninguna otra. Para desarrollar un proyecto de ese tipo tenemos que adelantar la descolonización porque estos partidos que han gobernado no van a hacer nada parecido a lo que necesitamos. No hay atrechos. Para tener resultados dentro de 25 años, hay que comenzar hoy», concluyó Pesquera.
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