El pasado lunes, 19 de junio de 2017 la compañera Joselyn M. Santos Valderrama, militante de la Juventud Hostosiana Zona Norte, representó como deponente a su organización ante el Comité Especial de Descolonización de la ONU y donde llevó el mensaje por la descolonización e independencia de Puerto Rico.

Sr. Presidente del Comité de Descolonización; embajadores y embajadoras integrantes de este Comité; delegados y delegadas visitantes: se dirige ante ustedes Joselyn M. Santos Valderrama, militante de la Juventud Hostosiana, brazo juvenil del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico. Reciban un saludo solidario a nombre de nuestra organización.

Por mucho tiempo, mi país se ha presentado como un lugar de playas hermosas, bosques tropicales asombrosos y una comida increíble; un verdadero paraíso. Pero no se dejen engañar por estos atributos, pues por más de 500 años hemos sido una colonia, primero bajo la bandera española y hace 119 años bajo el gobierno de los Estados Unidos.

Vengo de una isla de 3.5 millones de habitantes, donde un 45% de su gente vive bajo niveles de pobreza, donde los niveles de desempleo pasan el 12%, donde el año pasado el 99.5% de su población bebía agua contaminada, donde los niveles de deserción escolar son por encima del 40%, donde pretenden cerrar más de 170 escuelas públicas y donde la universidad del estado permaneció en huelga durante más de un mes denunciando posibles recortes de fondos de hasta $512 millones de dólares y defendiendo una educación pública y accesible.

La crisis tiene su raíz en el colonialismo estadounidense, un reto que pocos querrían enfrentar con un precio caro de inacción. Hemos sufrido y soportado las restricciones económicas de los Estados Unidos. Como ejemplo de esto: controlan nuestra aduana, nuestros recursos naturales, nuestro sistema educativo, entre otros. Esto significa que estamos subyugados a sus intereses, los cuales no necesariamente son los intereses del pueblo puertorriqueño. Una clara violación a nuestros intereses ha sido la imposición de una Junta de Control Fiscal que ha empeorado la situación económica, política y social de Puerto Rico. Pretende cortar pensiones de personas retiradas, vender recursos naturales protegidos por ley, reducir servicios de salud y cortar casi la mitad del presupuesto de la universidad del estado. Además, las y los puertorriqueños no tuvieron ninguna opinión durante el proceso de creación e implementación de esta junta impuesta por medio de una legislación de los Estados Unidos. Mientras esto ocurre, mi generación está huyendo, colegas y amistades ya se han marchado de la isla, la fuga de cerebros ya no es un mito.

Para hacer frente a estos problemas necesitamos un cambio de rumbo radical. Estados Unidos ya no puede ser indiferente y mucho menos ignorar nuestra situación política. Como yo, somos miles las y los que apoyamos la descolonización e independencia de Puerto Rico. Estamos aquí para trazar la línea y decir basta; que seamos libres de estas cadenas opresoras que no nos permiten ejercer nuestra soberanía como pueblo. Esto ya no es un asunto meramente político, esto es un asunto humanitario. No quiero que las próximas generaciones crezcan bajo la opresión de un gobierno colonial, como yo o como aquellas personas de generaciones anteriores.

Por las razones presentadas, solicitamos a este Comité Especial de Descolonización que ejerza sus buenos oficios y disponga a conseguir la inclusión del caso de Puerto Rico en la agenda de la Asamblea General de la ONU para reexaminar nuestro caso y para que se realice la aplicación del Derecho Internacional vigente.

Concluyamos con una cita de Nelson Mandela: “El principio de descolonización y la aceptación de los derechos de todas las naciones a pertenecer y participar con igualdad en la vida de la comunidad mundial no deben ser degradados para la opresión de otros pueblos”.

Muchas gracias.