La Juventud Hostosiana, repudia la construcción de un oleoducto en Standing Rocks Dakota del Norte en Estados Unidos y apoya la lucha del pueblo indígena Sioux por su patrimonio nacional-espiritual, el ambiente y su salud. Denunciamos y condenamos los actos represivos por parte del gobierno estadounidense en complicidad con la empresa Energy Transfer Partners y los responsabilizamos de cualquier acto que atente contra la seguridad del pueblo Sioux.

El acto de represión más reciente, ocurrió el jueves, 27 de octubre de 2016 donde varios policías junto a las fuerzas militares, invadieron uno de los campamentos de desobediencia civil de los protectores de agua (indígenas, mayormente de la tribu Standing Rock Sioux). Los policías y militares, utilizaron gas pimienta, granadas de conmoción, balas de gomas, entre otros mecanismos represivos contra las personas y sus caballos. Cientos de personas fueron brutalmente arrestadas. Los campamentos de desobediencia civil son vigilados constantemente por policías y militares. Los protectores y las protectoras de agua, han denunciado que sus teléfonos y redes sociales fueron “hackeados”.

“Las acciones del gobierno estadounidense demuestran una clara violación a los derechos humanos y su doble vara para medir la “democracia”. Solicitamos la solidaridad de todas las personas y pueblos del mundo para expresarse en contra de la construcción de este oleoducto de la muerte y la represión contra el pueblo nativo americano. Esta es una lucha de carácter anticolonialista y anticapitalista por el derecho inalienable a la vida”, expresó la integrante de la Juventud Hostosiana del Norte.

Exigimos al gobierno de Estados Unidos que cese el uso de cualquier medio represivo para limitar el derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica de los Sioux. Reafirmamos la soberanía de los pueblos indígenas en Estados Unidos, el derecho a la conservación de su patrimonio histórico-cultural-espiritual y su derecho a la vida.