Esto es una historia hipotética. Ojalá y no pase nunca.
Es 25 noviembre de 2012. Han pasado las elecciones y subió al poder otro Partido dictatorial al poder (PPD o PNP). Su intención es lucrar a sus amigos ricos, sin importar el sufrimiento del pueblo.
En un escenario de la vida cotidiana, un chamaco el cual se apoda Pito Bolsa, está en el punto del caserío de Meseta. Meseta es un Residencial Público en el pueblo de Arecibo. Es un residencial público muy tranquilo. No obstante, tiene un pequeño punto de droga, que sirve para mover la economía del residencial. Los muchachos no se meten con nadie, solo son producto del rezago económico que provoca el sistema capitalista. El joven Pito Bolsa, siempre ha tenido “guille” de “gánster”. Se crió en el caserío y por eso siempre se ha creído el cuento de ser un títere. La verdad de él es que su negocio real es vender “love birds”.
Un día con su “guille” de matón, pasó a hablar con los muchachos del punto. En el punto sacaron las nuevas armas, que compraron para defenderse de cualquier envidioso. Se ha corrido la voz, que hay un “tipo” que quiere tumbar a los muchachos, porque quiere quedarse con el punto. En el momento de mayor calma, se acerca un carro “tinteao” empren fuego en contra delos muchachos. El corre y corre no se hace esperar. Las armas nuevas no sirvieron para nada. Al escuchar los primeros disparos, todo el mundo “echó” a correr y soltaron las pistolas. El saldo de la escena fueron 3 de los muchachos muertos y uno herido. Llega la policía, como siempre tarde, e incauta varias armas en la escena. Pito Bolsa, llega a su casa asustado y con el corazón en la boca, le cuenta a todo el mundo lo que allí pasó. Comienza la presión para que se sepa quiénes fueron los responsables de tan trágica masacre. Las pistolas incautadas tenían las huellas digitales de varias personas. Entre estas, se encontraban las de Pito Bolsa.
Al día siguiente Pito Bolsa, sale de trabajar. Fue un día fuerte, tuvo que acomodar 1,200 panes en 3 supermercados. Se baña, come y prende el televisor, cuando de pronto le tocan la puerta. Son varios policías, que le preguntan “usted es José García”. Pito Bolsa, asuntado le contesta: “sí”. Uno de los policías, a pocas leguas se veía que era el jefe, le dice: “usted queda bajo arresto por asesinato y ley de armas. Tiene derechos a quedar en silencio y a llamar a un abogado”. Comienza la gritería y el desespero, las llamadas telefónicas no se hacen esperar. “Cogieron a Pito Bolsa”. Las noticias reportaban: “Noticia de última hora: cogen a responsable de la masacre en el Residencial Público Meseta en Arecibo. El presunto asesino es José García alias “Pito Bolsa”. Alegadamente disparó contra sus enemigos por el control de puntos de drogas”.
Los amigos se reúnen para ver qué se puede hacer. Uno de ellos dice, “pues reunamos chavos para fiarlo”, mientras otro hace memoria: “papá, recuerda que el pasado 19 de agosto, el SÍ ganó y para asesinatos no hay fianza”.
El problema se agrava, es que en otra casa en Arecibo el niño de “Pito Bolsa” ve las noticias. El pobre niño se ve nervioso al ver a su padre arrestado. El niño no comprende lo que pasa. Días después, en la escuela se corre el rumor, “el papa de Yarito, mató a unos cuantos”. La frustración del niño se hace evidente. No puede comprender, como su padre siempre le dijo que matar era malo y a él lo arrestaban por asesinato.
Pito Bolsa, llega a la cárcel y allí logra hablar con su abogado y le dice: “sácame de aquí, eso no lo hice yo”. El abogado le dice: “hay un problema, es que para ti, no hay fianza, porque estas acusado por asesinato”. Pito, le dice: “pero si yo no fui”. A lo que el abogado contesta: “pues ése es el estado de derecho actual. ERES CULPABLE HASTA QUE SE PRUEBE LO CONTRARIO”.
POR UNA HISTORIA COMO ESTA, TAN LASTIMOSA Y QUE PUEDE PASAR EN VIDA REAL, YO VOTARÉ NO, EL 19 DE AGOSTO. |