Conocí a Rafael Bey Nazario como docente, profesor de Biología en UPRA y luego de su jubilación lo encuentro integrado en diversas luchas sociales, llevaba su cámara fotográfica y su cartel de protesta. Su porte de hombre alto y elegante, su voz fuerte lo distinguía. Desde la jubilación se dedicó a trabajar en las comunidades y grupos comunitarios, buscando construir espacios dignos y solidarios, aportando su conocimiento que iba más allá de ser biólogo, pues entendía muchos temas, desde las artes hasta las ciencias. Además de ayudar a la comunidad en diversos eventos naturales, en especial en las inundaciones rescatando y reconstruyendo. Siempre con su voz de protesta y análisis de los temas, defendía sus puntos y argumentaba clara y profundamente sin subjetividades. Llevaba a reflexionar sobre la liberación que queríamos.
Es así como se integra a las diversas luchas ambientales en Arecibo y en la Isla. En la lucha contra el Incinerador que querían ubicar en Arecibo, se integra en aquellas primeras luchas a finales del siglo XX y en las que se dieron ya en el siglo XXI, pues la lucha es continua. Cada protesta, cada marcha y cada nueva lucha estaba presente. Es por eso que cuando se forma las Madres de Negro, él estaba ahí como ciudadano consciente y cada miércoles frente a la alcaldía de Arecibo estábamos protestando. Además, exigió ser una MADRE DE NEGRO pues en las luchas hay que ser inclusivos y ya estaba cansado que se excluyeran por género en las luchas sociales. Él al igual que otros todos eran Madres de Negro y lloraban por el daño ambiental que se le hace a nuestro pueblo. Dominaba los conceptos de perspectiva de género e inclusión en sus debates y cada día nos daba lecciones.
Luego cuando establecimos el campamento frente a donde iban a ubicar el incinerador allí estaba Bey. Junto con Ivette Delgado y otros compañeros realizaban turnos durante el día. Ese lugar se convirtió en fuente de discusiones, debates y aprendizajes sobre diversos temas, además de recibir a diversos grupos de estudiantes y ciudadanos que se paraban a escuchar y apoyar.
Su frente era protestar y aportar, por eso participaba en las vistas públicas que muchas veces fueron contendientes, pero allí estaba con el pueblo.
Simultáneamente, cuando quieren privatizar nuestras playas, se une a la defensa de la Poza del Obispo en Arecibo. Defender el patrimonio que es la playa con acceso público era una bandera de lucha, así que se integra al Campamento La Poza No se Vende se Defiende y participa activamente de marchas, protestas y vistas públicas. En la Poza del Obispo surge el grupo comunitario de la Poza y también el Grupo Corporación Comunitario Caño Tiburones - COCOCATI, del cual fue miembro fundador e incorporador. Así se une a defender otro patrimonio nuestro amenazado por las privatizaciones y por el Incinerador, el Caño Tiburones y la Cueva del Indio. Fue colaborador de Ciudadanos en Defensa del Ambiente – CEDDA- uniéndose a diversas luchas. La Reserva Natural de la Cueva del Indio no la incluyeron en la reserva del Caño Tiburones, así que partes de nuestras protestas fueron para defender ese patrimonio de la privatización a la que fue sometida ilegalmente, y junto con Ismenia González y los residentes de Islote allí estaba Bey con su cartel.
Para lograr el Co-Manejo de la Reserva del Caño Tiburones, acompaño al grupo al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, aclarando que solicitamos el Co Manejo de ambas reservas que son una sola. En las discusiones de los documentos de co-manejo a presentar al DRNA, aportaba en la discusión de los documentos y se integra al grupo de educación ambiental. En educación ambiental diseña el plan de educación y ayuda a que reconozcan el grupo como parte de las horas de Contacto Verde que los estudiantes pueden adquirir.
En todas estas luchas que se dan simultáneamente en Arecibo y Puerto Rico, como por ejemplo contra el depósito de cenizas tóxicas en Peñuelas, Bey era parte, en especial donando su tiempo disponible como voluntario y como especialista. No podía visitar Vieques, pero donaba para el día de Reyes Magos de los niños y niñas viequenses, forma que encontró para seguir apoyando la causa del pueblo de Vieques. Por eso cuando se protestó por las condiciones de secuestro que someten al pueblo al no tener lanchas disponibles como servicio esencial, él se une también a estas luchas.
A nivel político se activó como miembro del Movimiento Nacional Hostosiano de Arecibo, donde aportaba puntos de vistas diversos sobre las diversas discusiones que realizamos continuamente. Participó de las marchas del Primero de Mayo, la Marcha por la Independencia, y otras marchas, Participaba de diversos eventos de recordación, en especial en noviembre el homenaje a los nacionalistas Díaz Díaz en Santana, en septiembre recordando Lares, recordaba a dos mujeres importantes, Antonia Martínez Lagares en marzo y Lolita Lebrón.
Nunca olvidó la UPR, en especial la UPR Arecibo, como docente jubilado participaba activamente de las luchas continuas. Cada huelga lo llevaba a los portones a luchar y a compartir con docentes y no docentes, pero en especial con los y las estudiantes llevando alegría, discusiones y tertulias productivas en los diversos temas que manejaba y consejos. Y si la huelga había que llevarla a Río Piedras hasta allí llegaba. Son muchos los y las estudiantes que impactó desde la docencia, pero son muchos más los que impactó en los portones en cada huelga.
Cuando era docente luchó porque el UPRA se convirtiera en Recinto, participó activamente de las discusiones y de las peticiones. Como docente lo recuerdo luchando, protestando, aportando, discutiendo y creando una universidad mejor. Todavía lo recuerdo en las reuniones de Facultad (esas que extraño) donde se levantaba desde la esquina izquierda que los de Biología ocupan en el Teatro y levantaba su voz, decía que no necesitaba micrófono que su voz se escuchaba, presentaba sus argumentos sin miedos, protestaba, proponía y hacía. Lo recuerdo en los portones, en las reuniones y en las diversas conferencias donde participaba y aportaba. Ese era Rafael Bey siempre construyendo un mundo mejor para todos y todas, con espacios de debate. En un tiempo fue Decano de Académicos, pero nunca quiso hablar de eso, tal vez la frustración de no poder conseguir cambios lo llevó a callar.
Su asma era su enemiga, pero no lo limitaba, su deseo de lucha y conseguir un mundo mejor era más fuerte. El ver y participar del Verano 2019 le llenó de energía y confianza de que los jóvenes pueden cambiar el mundo, no desde un partido político, sino en el debate de ideas como las que se dan en los portones de lucha. Bey creía en la juventud, como docente instruyó muchos, pero como luchador construyó puente y avenidas que nos acercan a comprender ese futuro. Allí siempre su espíritu estará luchando, sembrando, construyendo y esperando por un Puerto Rico Libre, próspero, feliz y con una UPR fortalecida que cree en la gente que Puerto Rico necesita para lograr cambios verdaderos.
Te extrañaré, pero en cada lucha estarás presente y por favor saluda a Ismenia que tampoco la olvidamos. En tu honor al igual que Ismenia sembraremos árboles para que la semilla siga creciendo.
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