Escribo esta columna pensando en nuestros jóvenes, aquellos que dicen que no leen CLARIDAD siendo independentistas, aquellos que estarán cavilando y con muchas preguntas legítimas sobre lo que pasa en Venezuela. No quiero hablarles con estribillos ni seguir panfletos. Les quiero hablar desde lo más profundo de mi corazón nutriéndome de mi conciencia.
Recuerdo con mucho dolor aún después de 45 años aquel 11 de septiembre de 1973. El triunfo de Salvador Allende en las elecciones Chile en 1970, después de varios intentos, había llenado de esperanza y alegría a los que desde la izquierda en Puerto Rico y en el mundo veíamos la posibilidad de llevar a ejecución una revolución de justicia social sin tener que recurrir a los dolorosos tránsitos de las luchas armadas. Una revolución socialista apoyada por un movimiento amplio de pueblo, usando como arma el voto en las urnas, abría un camino democrático y de paz para luchar contra la desigualdad, la pobreza, la exclusión social. Con apoyo siempre crítico desde los distintos sectores de izquierda abrazamos aquel proyecto político, lo celebramos y le dimos la bienvenida. Yo, a mis escasos veinte años no había conocido la maldad sin límite de las oligarquías latinoamericanas salvo por lecturas. Poco duró aquella esperanza, tres años mas tarde en 1973 el General Augusto Pinochet traicionando la Constitución de Chile, traicionó a su presidente y a su pueblo actuando en beneficio de Estados Unidos (EEUU) y sus intereses económicos a quienes rápidamente reconocieron su proclamación como Presidente de Chile y se ejecutó el plan establecido en la Operación Cóndor. El Secretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger había complotado con la oligarquía chilena para crear la escasez de alimentos y confiscar activos de Chile en el exterior. Tal y como ordenó Kissinger, hicieron chillar la economía chilena, para socavar el apoyo al gobierno de la Unidad Popular que presidía el Dr. Allende. El resultado, la dictadura del General Augusto Pinochet con la ejecución y desaparición de miles de chilenos y extranjeros por haber estado asociados con el gobierno de la Unidad Popular. El que no lo haya visto, recomiendo el documental ¨Massacre in the Stadium¨ en Netflix.
Los años 60 y 70 estuvieron plagados de dictaduras apoyadas por EEUU, de violaciones flagrantes de derechos humanos, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones. República Dominicana, Haití, Panamá, Argentina, Brazil, Uruguay, Paraguay, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Venezuela han vivido dictaduras sangrientas ante cuyas flagrantes violaciones de derechos humanos EEUU miraba para otro lado mientras sus intereses y negocios marcharan a su antojo. El alcanzar algún tipo de asomo de gobiernos democráticos ha costado la vida de miles y miles de latinoamericanos que como decía Don Pedro, dieron vida y hacienda por su pueblo.
Hoy en Venezuela, una vez más, se traba una lucha que tiene por un lado a una oposición apoyada abiertamente por EEUU y sus aliados de la OTAN y el Grupo de Lima (menos México) y por otro lado el gobierno presidido por Nicolás Maduro Moros. Hay distintas lecturas de lo que sucede: ¿quién violentó el orden constitucional primero? ¿Fue la Asamblea Nacional o el gobierno bolivariano? Para un resumen documentado de esta discusión los refiero al escrito del Lcdo. Alejandro Torres Rivera publicado en la página del MINH sobre la usurpación del poder en Venezuela. Los refiero a este escrito desde la perspectiva de los que reconocemos el gobierno de Nicolás Maduro Moros, porque de la otra perspectiva abundan los medios. Lean, lleguen a su propia conclusión.
Pero una cosa es el debate jurídico constitucional y otro el humano. ¿Quiénes son los que pierden la vida en los conflictos violentos, en las calles, en las guerras civiles, en las guerras regionales? Habrá quien vería con alegría la ejecución del Presidente Maduro. Fueron muchos en Chile los que brindaron con champaña la muerte del Presidente Allende. ¿Cuántos de estos habrán tenido que enfrentar después de la borrachera la pesadilla de las ejecuciones extrajudiciales y desapariciones de familiares, amigos, vecinos, colegas? ¿Fue Chile un mejor país bajo Pinochet? ¿Se redujo la desigualdad, la pobreza? ¿Quiénes se beneficiaron del cacareado milagro económico que proclaman los neoliberales de la Escuela de Chicago?
Con esas cavilaciones los traigo al hoy de Venezuela. La economía de Venezuela chilla, al igual que chillaba la de Chile en 1973. ¿Cuáles son las causas? No hay que ignorar las sanciones económicas, el desabastecimiento, el acaparamiento, el mercado negro con la moneda venezolana. Como tampoco hay que ignorar la corrupción y la ineficiencia administrativa del gobierno. Todo ha formado una tormenta perfecta que ha estallado en emigración y descontento social, no muy distinto del que experimentamos en Puerto Rico actualmente. En Puerto Rico no hay necesidad de golpe de estado porque el pueblo tiene acceso a EEUU y la economía subterránea del narcotráfico y actividades fuera del alcance del gobierno ayudan a paliar la escasez.
La pregunta que es fundamental contestar ¿la situación que existe en Venezuela justifica la intervención militar de EEUU y otros países de la región? ¿Es esta la mejor solución al problema? ¿Va a traer una democracia verdadera? ¿Cuántas vidas de venezolanos costaría esta solución? ¿Quiénes ponen los muertos?
Mi opinión es que no. Que los que vendrían al poder apoyados por EEUU vendrán con ansias de venganza, de agarrar el poder por el poder mismo, que entregarán las riquezas petroleras de Venezuela a las grandes transnacionales petroleras, que la riqueza petrolera, al igual que sucedió en las décadas de los sesenta y setenta sería usurpada por una oligarquía insensible a las necesidades del pueblo. Ya lo vivió el pueblo venezolano, hasta la CIA (CIA World Fact Book, Venezuela, Demography) reconoce que bajo el gobierno de Hugo Chávez la pobreza se redujo en un 27%.
No hay respuestas fáciles, no hay que ignorar casos de violaciones de derechos humanos, ¿pero en que país del mundo no se cometen violaciones de derechos humanos todos los días? ¿Están mejor los pueblos Sirio, Iraquí, Afgano, Libio hoy que antes de las intervenciones de EEUU? ¿Desaparecieron las violaciones de derechos humanos o se han agravado?
La violencia una vez se desata es muy difícil de controlar. Por eso yo te invito a ti, lector joven, a que con tu inteligencia y las herramientas que hoy día tienes a tu alcance para informarte, ponderes, reflexiones y analices. ¿De qué lado quieres la suerte del pueblo de Venezuela echar? ¿Del lado del diálogo, la negociación, la toma de decisiones por el pueblo? ¿Del lado de la intervención extranjera de EEUU, de la guerra regional, de la muerte y destrucción asegurada de miles de venezolanos, colombianos, brasileños que vienen de las estratas mas humildes e ingresan a las fuerzas armadas y organizaciones paramilitares para obtener ingresos para sus familias?
Te pido que hagas una apuesta por la paz, que la apoyes, que te expreses, te manifiestes y ayudes a construir una Patria Grande libre de pobreza, democrática y solidaria. Tengo mis esperanzas puestas en ti.
(Tomado de Claridad) |