Escrito por Wilma E. Reverón Collazo / Copresidenta del MINH
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Viernes, 05 de Enero de 2018 02:11 |
El momento que vivimos necesita de una visión amplia de futuro. Mientras unos hablan de reconstruir desde lo que teníamos, otros hablamos de construir el País que queremos.
Si algo nos enseñó el huracán María es que tenemos el talento humano, las destrezas, la voluntad y el tesón para levantarnos y socorrernos desde una actitud solidaria. Desde la remoción de escombros para abrir caminos, la construcción de puentes con mano de obra comunitaria, el restablecimiento de la energía eléctrica en algunas comunidades y pueblos como San Sebastián a base de trabajo voluntario, las cocinas comunitarias, los rescates de inundaciones, deslizamientos, y la rápida movilización de la diáspora que ha enviado miles de toneladas de ayuda que vienen a su vez de comunidades solidarias sin intervención ni ayuda de gobierno alguno.
Podemos y tenemos que convertir la actitud ante la crisis provocada por un evento atmosférico en la actitud de un pueblo que puede y tiene que forjar su propio futuro sin impedimentos de otro país y con la capacidad de pedir y aceptar ayuda de aquellos que vengan a aportar desde una actitud solidaria. Tenemos que terminar nuestro aislamiento e integrarnos de igual a igual con los demás países del mundo. Tenemos que poder aprender de lo que otros han desarrollado exitosamente y que se pueda aplicar a nuestra realidad, así como de los errores que se han cometido en perjuicio de los pueblos. Tenemos que aspirar a un País donde cada día se vaya estrechando la barrera entre ricos y pobres hasta alcanzar la mayor igualdad posible. Para ello tenemos que tener un plan de desarrollo que atienda las urgencias del momento, pero que identifique estrategias a largo plazo. Dejar de ser una economía de enclave colonial para ser una economía propia de desarrollo sostenible.
Para lograr un desarrollo económico sostenible que atienda nuestras necesidades como pueblo necesitamos el gobierno que adopte medidas y políticas de desarrollo inmediatas tales como:
1- Exigir al Congreso de EE. UU. que no nos apliquen las restricciones de las Leyes de Cabotaje y del Merchant Marine Act de 1920.
2- Declarar una emergencia alimentaria e identificar el desarrollo agrícola como un renglón estratégico y de seguridad nacional.
3- Adoptar una política pública para el desarrollo de una economía nacional que reduzca la necesidad de importaciones.
4- Devolver a los trabajadores los derechos que les han sido conculcados con las mal llamadas reformas laborales y que solo crean estrechez económica y profundización de la pobreza y emigración masiva.
Ese otro País posible depende de que Puerto Rico sea un estado soberano. Solo con los poderes de la soberanía Puerto Rico podrá tomar decisiones políticas y económicas teniendo como objetivo único y principal el bienestar de nuestro pueblo. Entre los planes estratégicos de desarrollo hacia el futuro, se necesita de los poderes de la soberanía para:
1- Entrar en tratados comerciales bilaterales y multilaterales para facilitar la inversión extranjera en Puerto Rico, tomando las decisiones sobre incentivos contributivos que aseguren la reinversión en el País y los mejores empleos para nuestro pueblo.
2- La exportación de productos y servicios (tecnología, farmacéuticos, financieros, seguros) de Puerto Rico.
3- Desarrollo del turismo en conjunto con el resto del Caribe, para atraer turistas de Europa, Asia y África.
4- Establecer un plan de eliminación de la pobreza cónsono con la agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
5- Tener personalidad internacional propia para participar en los organismos multilaterales y regionales y en el desarrollo de políticas sobre asuntos de importancia estratégica y de seguridad nacional como son: los acuerdos sobre los recursos marítimos; los planes de acción de lucha contra el narcotráfico; las políticas sobre cambio climático y su efecto sobre las islas-naciones del Caribe; la atención a la salud en control de enfermedades epidémicas; avances en la educación y desarrollo de la niñez; protección de nuestro patrimonio histórico y cultural y otros temas.
6- Establecer un diálogo con EE.UU. sobre el tema de reparaciones por los 120 años de colonialismo; limpieza de las tierras contaminadas por sus actividades militares e industriales; fondos de transición; la continuidad del pago del Seguro Social; pensiones de empleados del gobierno federal y de veteranos hasta su cumplimiento con esos derechos adquiridos.
La independencia y soberanía de Puerto Rico tiene que tener como objetivo un mejor país, libre de pobreza, inclusivo y con plenitud de derechos. Podemos, tenemos que hacerlo y el momento es ahora.
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