Discurso de Wilma E. Reverón Collazo, Copresidenta del MINH, en Acto de Solidaridad con la Independencia de Puerto Rico. Caracas, Venezuela, el 23 de septiembre, 2015.
De Venezuela, donde nació América; donde un cura liberal de un rayo de la palabra, abrió en dos y echó al mar la corona española. – José Martí
Hace exactamente 190 años (1825) se malogró por una burla del destino la que hubiera sido la expedición libertadora de Cuba y Puerto Rico dirigidas por los Generales Valero, Sucre, y Páez.
Ese sueño o el verso inconcluso de Bolívar, como lo denominara el compañero del PIP, Rubén Berríos Martínez, estaba sostenido en una profunda visión de estrategia geopolítica que solo podía tener alguien con la conciencia preclara del futuro. Decía Bolívar tan temprano como en el 1813 en carta al General Mariño:
Apenas Venezuela unida con la Nueva Granada podría formar una nación que inspire a las otras la decorosa consideración que les es debida. Nuestra seguridad y la reputación del gobierno independiente nos impone […] el deber de hacer un cuerpo de nación con la Nueva Granada. Divididos seremos más débiles, menos respetados de los enemigos y neutrales. La unión bajo un solo gobierno supremo, hará nuestra fuerza y nos hará formidables a todos.”
Hablaba Bolívar ya en 1813 de la necesidad de la unión y la formación de un gobierno supremo como un asunto de seguridad para la patria latinoamericana.
El General Páez en carta a Bolívar en agosto de 1824 Páez conmina a ejecutar la tarea “Yo cuento con que usted no hará otra cosa que voltear las bayonetas vencedoras en el Perú, a favor de aquella preciosa parte de nuestros hermanos, que gimen bajo el pesado yugo de los españoles, los únicos que sufren los enojos que le les hemos causado repetidas veces y sobre quienes recargan su odio y su furor.”
Bolívar tenía resuelto echar a los españoles de Cuba y Puerto Rico para extinguirlos de toda la América. Así había empeñado su palabra y se lo había ofrecido al cubano Coronel José Rafael Heras. No obstante, dos acontecimientos impidieron su ejecución: la muerte del general Manrique el 30 de noviembre de 1830, a pocos días después de la rendición de Puerto Cabello y la negativa de Santander a proveer recursos y apoyo hablando sin autorización para ello a nombre del libertador. Como ven, la traición de Santander no fue únicamente contra Bolívar.
Algunos dirán, esto es historia antigua. Es historia antigua pero la importancia de Puerto Rico para la seguridad de los pueblos de América Latina y el Caribe lejos de disminuir ha aumentado. Lo que ha cambiado en 190 años ha sido la naturaleza del poder imperial. Aquella España era un imperio en decadencia política, militar y económica, no muy distinta de la España de hoy. El imperio Yanqui en contrario es el imperio más poderoso político, militar y económico.
La saña que han enfrentado desde entonces y seguimos enfrentando hoy se recrudece en proporción a los logros de soberanía política y económica de nuestros pueblos. Todo, absolutamente todo lo que se ejecuta contra nuestros pueblos de América Latina ha sido ensayado y perfeccionado en Puerto Rico. Yo lo he denominado como la estrategia del PARE: PAUPERIZACION, ASIMILACION, REPRESION Y EXPLOTACION.
El primer acto que cometió Estados Unidos contra el pueblo de Puerto Rico a raíz de la invasión fue pauperizar a nuestro pueblo. Devaluaron la moneda puertorriqueña y nos despertamos con un 40% menos riquezas. De ser un país con agricultura diversa y auto sostenible, nos convirtieron de inmediato en una gran finca de monocultivo de caña para la producción de azúcar y melazas para las industrias de EEUU. El jíbaro perdió su tierra y se convirtió en jornalero. Pero aquellos jornales de hambre de apenas 50 centavos de dólar por día terminaban siendo gastados en las comisarías y tiendas de las haciendas azucareras. Esa riqueza que producía el jíbaro con el sudor de su frente se iba a nutrir las arcas de las grandes compañías azucareras que por cierto le producían el azúcar Domino a la familia de quien fuera gobernador militar estadounidense en Puerto Rico. Así comenzó Puerto Rico su relación económica con EEUU: con una economía de enclave controlada por inversionistas extranjeros que sacan toda la riqueza que se produce en el país. En 117 años de colonialismo nada ha cambiado. Pasamos de ser plantación de azúcar, a manufacturera de mano de obra barata, a centro de refinamiento de petróleo, a centro de producción farmacéutica a centro de servicios financieros. Todos estos cambios en producción siempre han respondido a los intereses particulares de EEUU, siempre se han llevado la riqueza del país y encima se les proveen incentivos contributivos, se les regala el agua y la electricidad bajo la promesa de creación de empleos. Resultado, menos de un 40% de la clase trabajadora está empleada, los jóvenes en edad productiva están emigrando y el país está en quiebra.
Cuando les digo que todo se ha ensayado en Puerto Rico no exagero. En 1952 cuando todavía no se hablaba de los Chicago Boys y el neoliberalismo, EEUU, en la constitución del Estado que no es ni Libre ni Asociado, impuso la inserción del artículo que eleva a rango constitucional la deuda del fondo general. Ya desde entonces las finanzas del gobierno dependían del influjo de fondos de EEUU y de tomar prestado. Había que entones garantizar que cuando el gobierno no pudiera cubrir la deuda y las obligaciones con sus ciudadanos lo que tendría prioridad y rango constitucional seria la deuda y el pago a los bonistas que tanta riqueza han hecho con los bonos de Puerto Rico. Hoy vemos como esta estrategia neoliberal de pauperización y endeudamiento de los pueblos es la norma en los países capitalistas y la que quieren imponer a todos los países del mundo.
Con la pauperización va de la mano la segunda estrategia de la asimilación. Para lograr ese objetivo cuentan con varios aliados estratégicos: las iglesias protestantes yanquis, las llamadas ONG y los medios de comunicación que incluyen la publicidad, la prensa y la industria fílmica de Hollywood. Los valores de EEUU, su forma de vestir, comer, de relacionarse, de comunicarse, se impone en todo el mundo a fuerza del capital. En Puerto Rico al principio fueron más burdos, impusieron el inglés como idioma de enseñanza en las escuelas y en la gestión pública. 117 años después, solo un 15% de los puertorriqueños hablan y escriben fluidamente en inglés y el gobierno ha vuelto a establecer el español como primer idioma oficial. Resistencia ante la asimilación ha conllevado la batalla en defensa de nuestra lengua y nuestra cultura. Pero esta es una batalla diaria porque nuestros jóvenes y niños a través de la televisión y el internet están todo el tiempo y mayoritariamente expuestos a aquella cultura y aquellos valores. De ahí el consumismo desenfrenado, los malos hábitos alimenticios y la pérdida de sentido de solidaridad.
La comida chatarra llegó a la par en Puerto Rico con EEUU. América Latina se encuentra en el comienzo de esa lucha que ya según datos de la Organización Mundial de la Salud está haciendo estragos en los indicadores de salud que ya imperan en Puerto Rico: obesidad infantil, diabetes y enfermedades coronarias.
La tercera estrategia: la represión la hemos compartido todos en mayor o menor grado. Cuando me dirijo a foros en América Latina me percato que la estrategia de silencio e invisibilidad que han ensayado con Puerto Rico ha sido efectiva. Cuántos hermanos y hermanas latinoamericanas desconocen las vejaciones que ha sufrido nuestro pueblo. Comenzando en los años 30 con el encarcelamiento de todo el liderato del Partido Nacionalista de Puerto Rico. Su líder, Don Pedro Albizu Campos, pasó los mejores y más revolucionarios años de su vida tras las rejas y como si no fuera suficiente quitarle la libertad le quitaron la salud bombardeándole con radiación en su celda. En 1965 aquel mártir de nuestra patria no pudo más y falleció después de haber sufrido en carne las enfermedades más terribles causadas por la radiación. Asimismo, un asesino médico yanqui de nombre Cornelius Rhodes escribía una carta a un amigo en los años 30 y se jactaba de que estaba inyectado células cancerosas a sus pacientes puertorriqueños para salir de esa raza que él consideraba de lo más bajo. Ustedes hermanos y hermanas venezolanos entenderán entonces que cuando ustedes sospechan que nuestro Comandante Supremo y Eterno Hugo Chávez Frías fue inoculado con células cancerosas que le quitaron la vida física, no están fantaseando, están identificando una realidad. No lo duden que así fue. Si los yanquis ensayaron con los puertorriqueños la inoculación de células cancerosas en los años 30, que no podrán hacer hoy con todos los adelantos tecnológicos y científicos.
La represión ha sido desplegada contra el pueblo puertorriqueño en todas sus formas y manifestaciones. Los independentistas han sido asesinados a mansalva como ocurrió en la llamada Masacre de Ponce en 1937 donde los policías de Puerto Rio, al mando de un oficial norteamericano, abrieron fuego contra los Cadetes de la República quienes marchaban pacíficamente. Durante las décadas de los 30 y 40 el asesinato de independentistas quedaba siempre en total impunidad para los perpetradores. El Partido Nacionalista dirigido por Don Pedro Albizu Campos tomó las armas para defender la patria aquel glorioso 30 de octubre de 1950. Aunque no lograron la toma del poder si lograron con el sacrificio de la vida y la libertad de cientos de patriotas llamar la atención del mundo sobre nuestra lucha contra el imperio estadounidense. El 1ro de noviembre de 1950 se llevó la lucha al corazón del imperio cuando dos hombres heroicos Griselio Torresola y Oscar Collazo atacaron la Casa Blair donde residía temporalmente el presidente genocida del pueblo japonés, Harry S. Truman. Torresola perdió la vida y Oscar Collazo, herido en combate, fue condenado a la muerte en silla eléctrica. Fue la solidaridad y reclamo del pueblo puertorriqueño acompañado de la comunidad internacional la que le salvó la vida a Collazo, quien cumplió 29 años de cárcel. Pero como nuestro pueblo no se rinde, resiste, lucha, su pueblo sigue pariendo hijos e hijas para la patria. El 1ro. de marzo de 1954 un comando liderado por nuestra heroína Lolita Lebrón, acompañada de Rafael Cancel Miranda, Irving Flores Rodríguez y Andrés Figueroa Cordero atacaron el congreso de Estados Unidos mientras aquí en Caracas se llevaba a cabo una conferencia interamericana que incluía una discusión sobre colonialismo en América Latina. El objetivo que perseguía era impactar la opinión pública internacional sobre nuestra lucha por la independencia y rechazar y denunciar el carácter colonial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
El 23 de septiembre de 2005 los yanquis fueron una vez más a arrebatarnos otros hijo de la patria. El 23 de septiembre se conmemora el grito emblemático de nuestro pueblo por la libertad, el Grito de Lares, fecha que marca la rebelión de los puertorriqueños contra el colonialismo. Dirigida intelectual y estratégicamente por el Dr. Betances desde el exilio, sus dirigentes in situ fueron dos hermanos venezolanos de apellido Rojas. Los hermanos Rojas dieron el grito contra la tiranía española con una proclama, la Carta de los Derechos del Hombre que incluía reivindicaciones individuales, sociales y económicas, entre ellas la libertad de los esclavos. Todos los años los independentistas peregrinamos a Lares para reafirmar nuestro compromiso de resistencia y lucha. Por eso el FBI escogió dicha fecha para asesinar a Filiberto Ojeda Ríos, comandante del Ejército Popular Boricua, organización clandestina que sigue luchando por la libertad patria. Filiberto había desafiado a los federales estadounidenses y los derrotó con las armas al impedir que lo mataran al efectuar su arresto y así un jurado en el tribunal de los yanquis en Puerto Rico lo entendió, que había defendido su vida, por lo cual fue absuelto y fue una segunda derrota para el imperio.
Ese 23 de septiembre, donde en la plaza de Lares se acababa de escuchar un mensaje grabado del Comandante desde la clandestinidad que nos conminaba a la unidad patriótica, Filiberto fue rodeado por centenares de agentes del FBI y entre ellos un francotirador quien disparó y acertó hiriendo de gravedad a Filiberto. La sangre de Filiberto se chorreaba visiblemente bajo la puerta donde se había apostado. El Dr. Héctor Pesquera, compañero copresidente de mi organización, se encontraba en las afueras pidiendo que le dejaran entrar a atender las heridas de Filiberto. El FBI le negó el acceso permitiendo que Filiberto se desangrara allí frente a todos.
¿Qué pretendían los yanquis con estos actos? Lo mismo que pretenden con Oscar López Rivera manteniéndole encarcelado por más de 34 años: pretenden doblegarnos, humillarnos, aterrorizarnos. Lo mismo que han pretendido y pretende con este bravo pueblo venezolano a través del terrorismo económico, la intervención, la violencia guarimbera y sí, el asesinato del Comandante Chávez. ¿Y cuál ha sido la respuesta del pueblo puertorriqueño y del pueblo venezolano? La respuesta es resistencia, lucha y revolución. La respuesta es la reafirmación de nuestros derechos a la soberanía. Nuestra respuesta es la dignidad y la defensa de la libertad.
Aquí solo les he ilustrado algunos de cientos de ejemplos de represión y resistencia que ha sufrido nuestro pueblo en su lucha por la libertad. Es importante que lo sepan porque no son pocas las veces que me encuentro con hermanos y hermanas latinoamericanos de izquierda que piensan que el pueblo puertorriqueño no ha luchado por su independencia o que no ha luchado suficiente, que hemos sido mansos ante la opresión del imperio yanqui. No se equivoque nadie, nuestro pueblo ha parido hombre y mujeres que han dado y siguen dando hoy hacienda, vida y libertad por nuestra independencia. Y el pueblo reconoce a sus héroes y heroínas, porque como dijo el maestro Albizu, al pueblo lo representan los hombres y mujeres que lo reafirman. Por eso los entierros de Albizu y Filiberto fueron multitudinarios. El pueblo se volcó en las calles en el entierro de Albizu en 1965 y el de Filiberto en 2005 y lloraron y se indignaron por el vil asesinato de Filiberto. Los niños y sus maestros y los trabajadores y salían a las calles a despedir a Filiberto a su paso hacia el campo santo. En su velatorio en el Ateneo y el Colegio de Abogados de Puerto Rico el pueblo junto a exgobernadores y políticos de todas las ideologías hicieron fila durante horas para ofrendar sus respetos a nuestro héroe caído en combate.
Por eso estamos aquí hoy conmemorando el Grito de Lares y la caída en combate de Filiberto.
Este 23 de septiembre se da en un momento de crisis del colonialismo en Puerto Rico. La cuarta estrategia, la de explotación de nuestro pueblo y nuestras tierras ha dado sus frutos para los yanquis: se han llevado las riquezas que producimos los puertorriqueños en nuestro país para seguir enriqueciendo a los dueños de las empresas yanquis y a los bonistas de Wall Street. Nos han dejado el país en quiebra y contaminado tras el paso de sus petroquímicas, farmacéuticas y los bombardeos de la Marina de EEUU en las Islas de Vieques y Culebras. La Marina de EEUU y todas las instalaciones militares de EEUU en Puerto Rico utilizan nuestras aguas y nuestras tierras sin pagar ni un canon de arrendamiento. Nos han dejado sin agricultura, nos han destruido el comercio local que no pueden competir con las megatiendas y farmacias estadounidenses ya que no reciben ningunos de los incentivos y exenciones que sí le otorgan a las yanquis. Un solo ejemplo les ilustra la gravedad de esto: la desaparición de alrededor mil farmacias puertorriqueñas de la comunidad ante la proliferación de las cadenas de farmacias de Walgreens y CVS.
Nuestros jóvenes en edad productiva y los trabajadores más preparados emigran en masa a EEUU en búsqueda de empleos. Nuestra población ha disminuido a tales niveles que hay más puertorriqueños en EEUU que en Puerto Rico, sobre 4 millones en EEUU y 3 y medio millones en Puerto Rico.
Espero que hayan podido ver como todo lo que están sufriendo hoy no solo los venezolanos, sino que los ecuatorianos, los brasileños, los argentinos y los bolivianos como resultado de una nueva operación Cóndor en América Latina contra los pueblos que no rinden su soberanía, que han tomado control de sus destinos, todo antes ha sido ensayado y observado en nuestro pueblo. Por eso el Che Guevara decía que la línea para identificar quienes eran o no verdaderos antiimperialista la definía el apoyo a la lucha por la independencia de Puerto Rico. Cuba ha dado cátedra de esa comprensión, así como Venezuela y Nicaragua. Como independentista me siento tranquila en la certeza de que mi pueblo no está solo. Somos la isla de la dignidad, tenemos un corazón grande y valeroso capaz de derrotar y expulsar a la Marina de EEUU de las islas de Vieques y Culebra con nuestro ejemplo al convertirnos en escudos humanos para parar sus maniobras. Por eso tengo la fe de que el momento se acerca en que ante la compresión de la incapacidad de enfrentar la crisis económicas sin los poderes que da la soberanía política nuestro pueblo una vez más sabrá enfrentar el reto, tomar el destino en sus manos y alcanzar la máxima de nuestras aspiraciones como pueblo, ¡Independencia para Puerto Rico! ¡Justicia Social para nuestro pueblo! ¡Qué viva Puerto Rico libre!, ¡Que Viva Venezuela!, ¡Que viva el Comandante Chávez!, ¡Que viva el Presidente Maduro!
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