El Juez Gustavo Gelpí del Tribunal de EEUU para el Distinto de Puerto Rico, tiene ante sí el historial de trabajo de el Coronel Arnaldo Claudio, candidato a monitor de la Policía de Puerto Rico. La pregunta es ¿qué y a quién va a monitorear este caballero?

El historial del Sr. Claudio es un destacado currículo vital de un hombre que ha dedicado su vida de forma destacada a defender los intereses de seguridad nacional de EEUU. Desde organizar la seguridad en los entierros de los presidentes Reagan y Ford, hasta entrenar y y organizar fuerzas policíacas para escenario antinarcóticos y antiterroristas en Colombia, Panamá y Perú. Tiene una amplísima experiencia en combatir operaciones guerrilleras.

Además es el lavandero de trapos sucios de las fuerzas de seguridad de EEUU. Uno de los escenarios en que intervino fue en el escándalo de Abu Gharib en Iraq, donde fue enviado a poner orden en la casa y hacer operativos de relaciones públicas con las comunidades en Iraq resentidas ante el maltrato y tortura de los miembros de milicias iraquíes detenidos.

Lo que no surge en ninguna de sus múltiples tareas de seguridad que se extienden desde Europa Oriental, Medio Oriente y América Latina, es que tenga ni el conocimiento, ni el interés ni la experiencia en la defensa de derechos civiles y humanos. Su experiencia es precisamente en escenarios donde los derechos civiles humanos no solamente ceden sino que se convierten en un estorbo para los que tienen la tarea de guardar la cacareada seguridad nacional.

Un vistazo a la entrevista en vídeo en la cual el presenta con orgullo su rol en la captura y muerte de Pablo Escobar demuestra que su interés en su nombramiento en Puerto Rico viene desde la óptica de la seguridad del estado, no desde la óptica de los derechos de las comunidades afectadas por años de corrupción, represión y abuso policial.

Lo dicho, es un monitor de los federales, ¿para quién? Para los federales, no para el pueblo de Puerto Rico. Es un cuadrito, como los llama Ignacio Rivera, de ¨los muchachos¨. Entonces, ¿a quién viene a monitorear? A la Policía de Puerto Rico ciertamente no es. En todo caso, viene a terminar su adiestramiento pero les aseguro que no es en derechos civiles.

(Foto: El Nuevo Día)