“Que Puerto Rico es mi única patria y mi única nacionalidad la puertorriqueña”.
Juan Mari Brás

Puerto Rico tiene su sede en Cuba, en la Habana. Desde hace ya algunos años, más de tres décadas, cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro  le diera la bienvenida a Juan Mari Brás...

a la isla de Cuba, recibiéndolo en el Aeropuerto Internacional José Martí con honores de jefe de Estado, con la bandera boricua izada y el himno de Lares sonando, la nación puertoriqueña tiene su sede en Cuba. No es la sede de una isla colonializada ni olvidada ni confundida ni avasallada, es la sede de una nación cuyos hijos ven el advenimiento de un día en el que será libre, independiente y soberana.

Fue hoy en esa sede donde los representantes de la nación independentista puertoriqueña abrieron el libro de condolencias para que los cubanos le rindiéramos tributo a uno de sus más grandes hijos, al primer ciudadano puertoriqueño, a Don Juan Mari Brás, quien en horas tempranas del pasado viernes 10 de septiembre a los 82 años, nos dijera adiós.

Entre los presentes estaban Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente del Parlamento Cubano, quien no solo despide a un gran hombre, sino también a uno de sus más grandes y fieles amigos. A él lo acompañaron también las esposas de nuestros queridos héroes injustamente encarcelados en los Estados Unidos. Cinco hombres que al igual que los cinco nacionalistas boricuas que una vez exigieron la independencia de su nación, ahora cumplen prisión injusta por defender la nuestra.

Dolores Rodríguez de Tió lo dijo mejor que nadie y en su estrofa encerró el presagio para la historia. En efecto somos Cuba y Puerto Rico de un pájaro las dos alas, inseparables en la vida en la lucha, en la muerte y en la victoria.

Ricardo Alarcón en la Misión de Puerto Rico en Cuba, rinde honores a Juan Mari Brás. Foto: Margarita Alarcón